No soy muy fan de las sitcom norteamericanas, pero todo lo que no me río con ellas, lo hago con las británicas. Me puede demasiado el humor inglés, siempre tan absurdo, tan particular. Ese tipo de humor que no es muy ATP que digamos porque no todo el mundo le encuentra lo gracioso a situaciones bizarras y súper extrañas. Hace unas semanas empecé a ver Black Books, emitida entre los años 2000 y 2004 y creada por el irlandés Dylan Moran (quien ha trabajado en algunas películas de Simon Pegg, para que se den una idea de por dónde va la mano con el tipo de humor) y la verdad es que me gusta mucho.
Black Books se centra en torno a tres personajes: Bernard Black (Dylan Moran), un irlandés borracho, antisocial, excéntrico, que fuma como una chimenea y tiene un negocio de venta de libros de segunda mano llamada «Black Books». Bernard es lo contrario a un buen vendedor, ya que no le importa nada de nada y sólo quiere que los clientes se vayan y lo dejen en paz. Por otro lado, su amiga Fran (Tamsin Greig), que tiene un negocio al lado de la librería, también es una loca de atar aunque tenga sus momentos de cordura, y tampoco tiene demasiada tolerancia hacia el resto de la humanidad, pero en menor medida que su amigo (porque a Bernard no le gana nadie). Por último nos encontramos con Manny (Bill Bailey), simpático empleado de Bernard que busca que el negocio prospere, pero claro, con un jefe como el que tiene nunca lo logrará. Al lado de los otros dos, Manny es el rey de la cordura y la normalidad, pero no pasa demasiado tiempo hasta que demuestra que puede tener ataques muy bizarros.
Como verán, Black Books es una serie bastante demente y con muchos elementos extraños y absurdos típicos del humor inglés, y por ello una gran opción para todos aquellos interesados en este tipo de sitcoms inglesas que se destacan por tener sus particularidades pero también por estar muy bien hechas. Recomendada.
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