Hacía rato largo que escuchaba hablar de Being Human, pero aún con todo lo que me gustan las series inglesas no sé por qué nunca se me había ocurrido darle una oportunidad antes. Por suerte finalmente lo hice y me sorprendió muchísimo. Sabía lo básico: tres amigos comparten una casa en la ciudad de Bristol (Inglaterra) y no son de lo más normales. Mitchell (Aidan Turner) es un vampiro que no quiere asesinar a más seres humanos y por eso se aleja de los de su especie, que aún así siguen siendo un problema en su vida. George (Russell Tovey) es un hombre lobo por accidente desde hace dos años que aún intenta adaptarse a su nueva vida, que detesta porque le quitó y le impide tener una vida normal. Ambos deciden mudarse a una casa e intentar vivir como cualquier otra persona, intentar «ser humanos», pero allí también conocen a alguien como ellos: Annie (Lenora Chrichlow),una fantasma dueña de la casa -que fue el lugar donde murió- que aún extraña al novio con el que planeaba casarse antes de morir. Mitchell y George trabajan en un hospital y en puestos de trabajo que los hacen pasar casi desapercibidos, pero aún así los problemas no dejan de perseguirlos y, por más que lo intenten, nunca consiguen mantener su «normalidad» por demasiado tiempo.
Me gusta la fantasía, pero no sabía muy bien qué esperar de una serie con esos tres personajes, hasta que la empecé a ver y ya desde el primer capítulo empecé a valorarla. Being Human trata la cuestión del no ser humano y sufrir no solo todo lo que eso implica (matar gente, transformarse en luna llena) sino también el ser tratados por el resto de la sociedad como monstruos, pero lo hace con bastante seriedad, no es fantasía «desparramada». Por más paradójico que suene, dentro de lo no humanos que son los tres y todo lo que luchan por serlo, Being Human trata el tema lo más humanamente posible.
Being Human es una serie bien á la inglesa, de esas que salta ágilmente del drama a la comedia en cuestión de segundos (cosa que, debo decir, me encanta) y que le da un estilo bastante particular. Además, tiene de todo: drama, comedia, fantasía, amor, sexo, sangre (si hay vampiros tiene que haber sangre… bueno, salvo en Twilight). Para mi está todo en su justa medida, hay un buen equilibrio de las tres cosas, por eso me gustó tanto. Como ya es típico de la BBC, la producción de la serie está muy cuidada y no hay una actuación floja, destacando especialmente Russell Tovey (Alonso «Allons-y!», para los que ven Doctor Who) con su hombre lobo, que es muy gracioso y el más humano de los tres. Entre tanta popularidad de los vampiros últimamente, me pareció genial que le den tanto protagonismo a este tipo de criaturas. También destaco la música, que me gustó muchísimo y generalmente es de grupos británicos actuales como Arctic Monkeys, The Coral y Muse (en una escena pusieron “Showbiz”, y con eso se ganaron mi aprecio eterno :P), aunque también escuché un par de canciones de Johnny Cash por ahí (¡¡qué buena que es «Hurt»!!).
Decididamente recomiendo Being Human a todo aquel que quiera ver una serie actual, ganchera desde el primer capítulo y bastante original. La única queja que tengo es que sea tan corta y la primera temporada haya tenido tan solo seis capítulos, pero eso es lo que pasa siempre con las series inglesas, aunque igualmente espero que agreguen algunos más para la segunda temporada (que arranca este domingo 10 de enero) los muy ratones. Excelente serie.
Me diste ganas de ver «Being human»!!! Varias cosas de tu comentario me compraron (una MUY especialmente.. xD) y tengo ganas de empezar a verla YA!
Este va a ser un año de muchas series para mi! ¡¡¡¡Fantástico!!!!! :D